Los animales simples se vuelven inactivos siempre que les es posible
-- ellos descansan. El propósito del descanso es conservar energía, y,
mientras tanto, restaurar el organismo. Por restauración, me refiero a
volver las cosas de nuevo a una condición de línea base necesaria para
la actividad posterior – especialmente limpiar los productos de desecho
que se generan durante la actividad.
En los animales superiores,
el sistema nervioso se vuelve cada vez más importante para su
funcionamiento. Siendo un sistema particularmente de alto mantenimiento,
el sistema nervioso requiere un considerable descanso y restauración.
Muchos animales han encontrado nichos temporales – esto es, algún tipo
de ciclo diario de actividad y descanso – y la evolución ha tomado
ventaja de los periodos de descanso y usa el tiempo para restaurar el
sistema nervioso. Esto, por supuesto, es el sueño.
Así que el
sueño está probablemente dedicado a la eliminación de productos de
desecho del sistema nervioso (y de otras partes, por supuesto),
especialmente la acumulación de neurotransmisores y hormonas entre las
células. Las células que han sido particularmente activas tendrán una
mayor acumulación de sustancias. En el proceso de limpieza, las neuronas
a menudo disparan “accidentalmente” a través de la noche,
desencadenando secuencias de disparos. Algunas veces, por ejemplo, una
persona en sueño profundo puede levantarse y realizar alguna función
rutinaria como vestirse o hacer café – sonambulismo.
El sueño va
en ciclos – primero se mueve rápidamente en un sueño profundo y
restaurador, después vuelve hacia el despertar, entonces va de nuevo, y
así. Presumiblemente, este patrón cíclico existe porque el sueño es algo
peligroso para los animales, y es importante comprobar la situación de
vez en cuando. En los animales sociales, es común que uno u otro
individuo esté casi despierto en cada momento, y por tanto disponible
para dar la alarma si fuera necesario.
Cuando hay luz, la
información de los ojos va a una región pequeña del cerebro (el núcleo
supraquiasmático) e impide que libere una hormona llamada melatonina.
Cuando está oscuro, la melatonina es liberada y nos dice que durmamos.
Por esta razón, a algunas personas les gusta llamarla la “hormona de
Drácula”, ya que solo aparece por la noche.
Fases del sueño
Las
diferentes partes del sueño nocturno tienen características distintas,
las cuales han llevado a los investigadores a sugerir 4 etapas. La
fuente de información más importante sobre las fases del sueño es el EEG
(Electroencefalograma). Varios electrodos (pequeños discos metálicos)
se fijan al cuero cabelludo y se graban los pequeños ritmos eléctricos
de las neuronas en descanso. Tradicionalmente esto se hacía en hojas de
papel continuo, pero hoy en día por supuesto, usamos ordenadores.
Cuando
estamos despiertos y ocupados (al menos mentalmente), estas “ondas
cerebrales” son desincronizadas, lo que significa que no muestran un
ritmo claro. Se graban como marcas pequeñas, rápidas e irregulares en el
papel EEG.
Aun así, bajo las marcas dentadas hay una base rítmica
llamada ondas beta, las cuales tienen entre 13 a 17 ciclos por segundo
(cps). Algunas veces, cuando estamos alerta pero por un momento no
pensando en nada en particular, esas ondas se sincronizan, y podemos ver
el patrón de ondas beta en el EEG.
Cuando empezamos a relajarnos y
vaciar nuestra mente, empezamos a generar ondas alfa, de 8 a 12 cps.
Esto es normalmente un estado muy placentero, tanto que alguna gente
incluso ha hablado de un “estado alfa” como algo semejante a la
meditación.
Cuando entramos en la fase uno del sueño, las ondas
empiezan a enlentecerse, y se vuelven ondas theta (de 4 a 7 cps).
Además, entramos en un estado de parálisis flácida de los grandes
músculos, lo cual significa que nuestros músculos se vuelven muy
relajados y ya no responden más a mensajes motores del cerebro. Algunas
veces, a la vez que nos movemos a lo largo de esta parálisis, nuestro
cuerpo responde como si nos estuviésemos cayendo, y de repente tenemos
una repentina sacudida llamada mioclonía.
Después de un poco,
entramos en la fase dos. El EEG muestra ondas theta cada vez más y más
lentas. Además, ocasionalmente se ve un extraño patrón llamado huso del
sueño, que cosiste en ráfagas de actividad muy rápidas, de 15 cps.
Después de esto, entramos en la fase tres. Ahora vemos las ondas delta, muy lentas, de 3 cps y menos aun.
Y
finalmente, entramos en la fase cuatro, el sueño más profundo. Ahora el
EEG muestra más del 50 % de ondas delta. La fase cuatro es donde es más
común encontrar terrores nocturnos y sonambulismo. Los terrores
nocturnos son periodos de extrema activación emocional que raramente
está acompañada de imágenes (como en los sueños y las pesadillas). El
sonambulismo es cuando una persona se levanta de la cama y vaga por los
alrededores, a veces realizando actividades rutinarias como vestirse.
Esto es común en los niños, y los padres ocasionalmente encuentran a sus
hijos esperando el autobús en pijama. Obviamente no hay parálisis en la
fase cuatro. Normalmente no es necesaria.
Después de la fase
cuatro, empezamos a retroceder en las fases hasta llegar a la fase uno
de nuevo. Esto es algunas veces llamado fase uno emergente, y tiene una
cualidad particularmente impresionante: los sueños. Los sueños están
acompañados de movimientos de los ojos, los cuales pueden ser también
registrados en la máquina EEG. A causa de esto, la fase uno emergente
también es llamada de sueño REM (En inglés: Rapid Eye Movements,
movimientos rápido de los ojos). Aquí podemos ver el propósito de la
parálisis flácida mencionada antes: si no estuviésemos paralizados,
representaríamos lo que ocurre en nuestros sueños.
Desafortunadamente
para algunas personas, los músculos pequeños no están paralizados – de
forma que es en la fase uno emergente cuando se habla en sueños. Algunas
veces, podemos realmente involucrar a alguien en una pequeña
conversación en esa fase. Es también interesante que los dedos no estén
paralizados, por lo que podemos ver a personas sordas haciendo signos
en sueños.
En una noche media, podemos pasar por cuatro o cinco
ciclos de fases, cada cual toma sobre 90 minutos. Normalmente cada ciclo
es menos profundo, de forma que la mayoría de nuestro sueño profundo de
fase cuatro ocurre en la primera mitad de la noche. El sueño REM (donde
experimentamos los sueños) ocupa cerca del 20 % del sueño total, en
cuatro o cinco sesiones. Aunque, a no ser que realmente nos levantemos,
rara vez recordamos las primeras tres o cuatro sesiones de sueños.
Patologías del Sueño
La
patología del sueño más común es la falta de sueño. La mayoría de las
personas necesitan entre 7 y 9 horas cada noche, y relativamente poca
gente lo consigue. Los adolescentes típicamente necesitan sobre 9 horas,
y eso va bajando a lo largo de nuestra vida. La gente más mayor
normalmente necesita unas 7 horas. Por supuesto, los requerimientos del
sueño difieren para gente distinta, de la misma forma que los
requerimientos nutricionales, pero la gente tiende a subestimar sus
necesidades. Se cree que el 80 % de los estudiantes universitarios están
seriamente deprivados de sueño.
Las consecuencias de esto son
claras: nos volvemos cada vez más irritables, nuestra capacidad
atencional, la memoria, y la habilidad para aprender cosas disminuye.
También tenemos una probabilidad incrementada de sufrir accidentes.
Físicamente, somos más propensos a desarrollar problemas de tensión
sanguínea y corazón. La efectividad del sistema inmune disminuye, y
envejecemos más rápido, acortando nuestra vida.
Alguna gente
parece tener problemas para conseguir el sueño que necesitan. A esto se
le llama insomnio, y entre el 10 y el 15 % de la población lo sufre en
cualquier momento. Para la mayoría de las personas, las causas no son
difíciles de encontrar: demasiado estrés y ansiedad; demasiada cafeína
(se encuentra en el café, el té, el chocolate y muchos refrescos); otros
estimulantes; el efecto rebote REM (demasiados sueños) que se produce
cuando se usa alcohol o pastillas para dormir; y los cambios de horario
relativos al cambio de turno de trabajo, los viajes largos, y los
cambios horarios. La mayoría de la gente que tiene insomnio puede
obtener una mejora significativa si atiende estos temas.
Un
desorden extremadamente raro – lo sufre un 0.05 % de la población – es
la narcolepsia. Es un problema neurológico que causa que la persona
caiga de repente dormida en momentos raros, algunas veces durante el
día. Esto puede sonar divertido, pero de hecho puede resultar
debilitante y peligroso.
Otro trastorno no tan raro – lo sufre un 4
% de la población – es la apnea del sueño. La apnea significa estar sin
respiración durante el sueño, lo cual, como se puede imaginar, no es
bueno. La gente con apnea del sueño puede dejar de respirar hasta 600
veces durante una noche. Cuando eso sucede, el cerebro se despierta, la
persona respira profundamente, y cae de nuevo en el sueño. Esto
significa que se obtiene muy poco sueño profundo, y los efectos son
similares a la falta de sueño. Después de un poco, la gente con apnea
del sueño empieza a quedarse dormida durante el día en momentos muy
inconvenientes, como durante la conducción. También se piensa que es una
destacada causa inmediata de ataques al corazón durante la noche.
A
pesar de que algunas apneas del sueño son, como la narcolepsia, una
cuestión neurológica, la mayoría tienen que ver con la garganta: la
mayoría de la gente con apnea del sueño ronca. Los ronquidos suceden
cuando la parte trasera del paladar cae hacia atrás en la garganta y
parcialmente bloquea la vía aérea. El sonido es debido a la vibración
rápida del paladar. Para algunas personas, esto es debido a la genética,
pero otras a la obesidad. Aunque roncar no es algo necesariamente
peligros (a parte del potencial homicidio por el esposo/a), puede
derivar en la apnea del sueño.
Normalmente, la gente con apnea del
sueño acude a las clínicas del sueño, donde son monitorizados con EEG y
otros instrumentos, para determinar la extensión de su problema.
Entonces se les ajusta un aparato llamado máquina CPAP (En inglés,
continuous positive airway pressure, presión de vía aérea positiva y
continua), la cual esencialmente insufla aire en la nariz para mantener
los pasajes aéreos abiertos todo el tiempo. Algunas personas prefieren
someterse a operaciones que incluyen la retirar la úvula y reforzar el
paladar suave paladar cicatrizándolo. Esto no siempre funciona bien, así
que la máquina CPAP se recomienda en su lugar.
Sueños
A
medida que estamos más cerca del despertar durante estos ciclos, somos
capaces de desarrollar memorias de los disparos aleatorios de la
restauración neuronal, como haríamos con sucesos perceptuales si
estuviéramos despiertos. Quizá el hipocampo es responsable de trasladar
las memorias desde el almacén de trabajo al almacén a largo plazo (desde
la conciencia inmediata a la memoria). De esta forma somos conscientes
de esas secuencias de disparos, y recordamos la experiencia
suficientemente bien para contársela a nuestros amigos.
Ha sido
una idea durante mucho tiempo que los sueños tienen un significado
especial. Freud, por supuesto, hizo de esto una pieza central de su
terapia. Distinguió entre el contenido manifiesto (el significado
superficial o aparente) y el contenido latente (el significado más
profundo y simbólico), y creyó que un psiquiatra podría interpretar los
sueños para descubrir las necesidades o preocupaciones más profundas de
un paciente, aquellas que podrían ser demasiado inconfortables para
enfrentarse a ellas, incluso en los propios sueños.
Sin embargo,
durante el pasado siglo, nos hemos vuelto algo escéptico con esa idea.
Soy básicamente escéptico, y algunas veces me refiero a los sueños como
“caca del cerebro”, también conocida en circuitos más profesionales como
residuo diario. Pero, debo añadir que los sueños a menudo parecen
centrarse sobre nuestros temas, y por tanto pueden darnos algunas pistas
que nos lleven hasta nuestras cuestiones.
Si una persona sueña
con cosas que provocan ansiedad, parece razonable creer que esta sufre
ansiedad. Si hay ciertos escenarios en nuestros sueños que nos causan
ansiedad, quizá esto son cuestiones importantes para nosotros. Yo, por
ejemplo, sueño frecuentemente con ser criticado o evaluado o humillado
frente a una audiencia. Eso ciertamente tiene sentido para mi. También
sueño un poco con mudarme des una casa a otra. A pesar de que he vivido
en mi actual casa por 30 años, cuando era pequeño me mudaba
frecuentemente. De forma que mis sueños tienen sentido, no solo como
residuo diario, sino como indicadores de mi historia psicológica.
El Sueño
Dr. C. George Boeree
Departamento de Psicología
Universidad de Shippensburg
Traducción al castellano:
Nacho Madrid